“No sé si llorar por la tragedia del pueblo Haitiano que lucha por la vida, o la de mis queridos hermanos Venezolanos cuyo presidente anuncia con alborozo la llegada de los Pájaros de la Muerte”. (El Filosofo de Gambote).
Esta mañana, veía el noticiero de televisión y anunciaban alborozado el nacimiento de un niño Haitiano, en un hospital de campaña Israelí. El niño fue llamado Israel, en homenaje a los médicos de esa nacionalidad, que hicieron posible este milagro. Es el milagro de la vida, emergiendo desde las ruinas de la muerte.
Una lagrima broto de mis ojos, la verdad que los que me conocen saben que soy muy sensible, y esta tragedia de Haití me ha conmovido como al resto del mundo, así mismo me ha conmovido la solidaridad mundial con el pueblo más pobre de América.
Me ha conmovido, ver al pueblo Haitiano golpeado y herido, salir a las calles y levantar los brazos al cielo en ferviente oración por la vida y por la esperanza.
Me ha conmovido el alborozo y la alegría, al rescatar una nueva vida de los escombros. El ver una madre Dominicana, amamantando niños Haitianos en un gesto de profundo amor puro.
Me ha conmovido la solidaridad del pueblo Americano, volcado sobre las Iglesias pidiendo por este pueblo hermano. Me ha conmovido ver al pueblo Mexicano moviéndose en solidaridad con Haití, orgulloso de que sus llamados “Topos” estén allí, metiéndose entre las ruinas en busca de la vida. Me conmueve el despliegue de ayuda del pueblo Dominicano tendiéndoles la mano, su territorio y sus hospitales, en este momento crucial de la historia.
Me conmueve, la solidaridad del pueblo Colombiano recogiendo alimentos y ayudas para el envió; también el Gobierno de Álvaro Uribe, liderando un Proyecto de reconstrucción, enviando hombres diestros y especializados en este tipo de desastres, prestando las bases aéreas para reabastecer los aviones que vienen con ayuda desde muy lejos. Ese es el corazón de mi pueblo Colombiano, ahora nos toca devolver un poco lo que el mundo nos dio cuando el terremoto de Armenia.
Me duele, que mientras unos anuncian la victoria de la vida a través del niño Haitiano Israel, otros anuncien la muerte, como el Presidente de Venezuela Hugo Chávez, quien el pasado domingo en su acostumbrada alocución de “Alo Presidente”, anunciaba la llegada de más aviones de guerra K8 de fabricación China y Rusa. Es entonces cuando… “No sé si llorar por la tragedia del pueblo Haitiano que lucha por la vida, o llorar por mis queridos hermanos Venezolanos, cuyo presidente anuncia con alborozo la llegada de los Pájaros de la Muerte”. Es como si fuera más afecto a la violencia y a la muerte, que a la vida y la esperanza.
Te invito amigo lector a ayudar a los hermanos Haitianos, levántate y averigua en tu país por la Cruz Roja, o por otros organismo acreditados para recibir ayuda humanitaria, dona lo que puedas cualquier cantidad por infima que parezca es importante ante esta gigantesca devastación. Por último quiero terminar con un versículo de la Biblia que recordé, cuando celebre alborozado el nacimiento del niño de la vida y la esperanza, Israel.
Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, Jacob, y Formador tuyo, Israel: «No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. (Isaías 43:1).
haiti sufre una tragedia incalculable y sus recursos son agotables unirnos y solidarisarnos con los hermanos haitianos seria como aliviar la pena poreso oremos y recapacitemos k hacemos
ResponderEliminarAcertado tu comentario, este suceso debe servir para reflexionar a todos, especialmente a lo que queda de la clase corrupta Haitiana que saqueo por largo tiempo a ese pais llevandolo a ser el mas corrupto de America.
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