“Lunita barranquillera yo conozco tu secretos….dinos cuando fue el día que se jodio Barranquilla”
Foto: Albunes Picasa |
El mototaxismo, está poniendo en jaque la autoridad y el orden en Barranquilla, uno de los puertos más importantes de Colombia y sede de uno de los carnavales más famosos del mundo. Desde que el alcalde Alex Char expidió el decreto de reglamentación, se han presentado violentas protestas y vandalismo contra edificios, buses del sistema colectivo de transportes (Transmetro), y amenazas a la realización de eventos populares y sagrados para la cultura de los barranquilleros como son el Futbol La Guacherna.
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amenazado, como consecuencia de lo anterior, el bus que transportaba de regreso al aeropuerto al equipo brasilero fue apedreado por desconocidos. La asistencia al Estadio Metropolitano fue visiblemente mermada, el conteo oficial fue de apenas veinte mil aficionados, en un estadio con capacidad de cincuenta mil, tiempo atrás esta asistencia era impensable para un espectáculo de esta categoría en una ciudad que vibra con el Junior y con su carnaval.
Barranquilla esta acorralada por la delincuencia, el barranquillero siente que el rondar de una moto es sinónimo de peligro, esta ha sido tradicionalmente una ciudad alegre y tranquila, donde los más bajos índices de homicidios y atracos se presentaban durante la temporada del carnaval.
Un miedo colectivo se está apoderando de Barranquilla, en esta caribeña ciudad el pulso lo está ganando un puñado de violentos que no acatan las leyes y que quieren imponer “a la machota” su informal medio de transporte. Estos grupos intimidan a la mayoría de los barranquilleros que respaldan al alcalde Char pero que abiertamente no lo manifiestan porque tienen físicamente miedo de expresarlo, algunos me han manifestado “tenemos miedo de emitir nuestro concepto porque no sabemos de dónde puede aparecer el revólver y nos llevamos un tiro”.
Pienso en que muy a pesar de que es legitimo el esfuerzo del alcalde Char de acabar con un transporte informal y peligroso, también es muy cierto que esta equivocado en la estrategia de combatirlo, ya que el mototaxismo es un fenómeno estructural donde hay muchas familias que dependen de este para su sustento y, que por ende se requiere que al tiempo se genere un programa serio de capacitación y reubicación de los actores del fenómeno hacia las corrientes de la economía formal.
Ahora, "al tira que jala” entre el alcalde y los mototaxista le ha aparecido un personaje sombrío; “el cura Hoyos "pescando en rio revuelto” y liderando la recolección de firmas para tumbar el decreto….Esta historia de horror continuara.
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