“Quien no conoce la historia está condenado a repetirla”
El fallo de la corte constitucional, sobre la inconstitucional del acuerdo militar con Estados Unidos implica un saludable equilibrio de los tres poderes públicos, le envía un mensaje a las FARC de que Colombia quiere democracia y no dictadura y le da una lección de lo que significa una democracia a los países vecinos del "ALBA" encabezado por el presidente Hugo Chávez quien ejerce poderes casi totalitarios en el hermano país.
Además es una advertencia para los "dictadores constitucionales" como el saliente gobernante Álvaro Uribe quien basado en su popularidad, quiso violentar la autoridad de los otros dos poderes publicos.
La corte Constitucional, estimo que para la utilización de las siete bases en territorio colombiano se requería la aprobación del congreso de Colombia, y luego enviarlo a la Corte para su revisión. Estos pasos los omitió el Gobierno del saliente presidente Álvaro Uribe al mentirle al país diciendo que este era una extensión del anterior acuerdo. Según el fallo de la corte esta “Extensión” implicaba nuevas obligaciones para el estado colombiano, lo que implicaba entonces un nuevo tratado.
Entre las nuevas obligaciones estaban la de acceder a las instalaciones de militares y civiles Estado Unidenses,, la circulación de buques, naves y aeronaves por el territorio colombiano sin posibilidades de control de sus autoridades, la autorización para el uso y porte de armas, inmunidades y privilegios diplomáticos para contratistas y personal de los Estados Unidos y la previsión de clausulas indeterminadas en relación con la prórroga del acuerdo, es decir podían prorrogarlo “cuando les diera la gana”.
Razones tenia Hugo Chávez, y la mayoría de gobiernos latinoamericanos al oponerse al famoso tratado, Uribe le entregaba prácticamente la soberanía al gobierno americano a cambio de qué? De migajas?.
Lamentablemente Colombia ha jugado a ser el “Caín” de Latinoamérica, recordemos el vergonzoso episodio de las “Islas Malvinas” durante el gobierno del presidente Virgilio Barco, mientras los gobiernos latinos se volcaban en masa al apoyo de Argentina, el gobierno colombiano emitía un lacónico comunicado donde solo expresaba su “honda preocupación” por la situación de inminente guerra. Este documento se dice fue redactado por Julio Cesar Turbay Ayala miembro en ese entonces de la comisión de relaciones exteriores.
América latina tiene históricas razones para desconfiar de la buena fe de “los Gringos” por su marcado intervencionismo en los asuntos del hemisferio, Colombia no escapa a ello, de por si el país tiene mala memoria de por sí es una estaca clavada en el corazón la perdida de Panamá con el apoyo descarado del gobierno del “pirata republicano de principios de siglo” Theodore Roosevelt. Saben amables lectores lo que reza en la declaración de independencia de la Republica de Panamá:
“Ayer, nosotros éramos esclavos de Colombia. Hoy nosotros somos libres el presidente Theodore Roosevelt ha mantenido su palabra. Larga vida a la Republica de Panamá! Larga vida al presidente Roosevelt”.
El gobierno de los Estados Unidos de entonces, le negó la ayuda a Colombia para la recuperación de su territorio y se apresuro a reconocer la nueva republica de Panamá, al mismo tiempo que enviaba naves de guerra al istmo para prevenir que fuerzas colombianas recuperaran el departamento de Panamá”.
Diría Hugo Chávez “Puerco pollero no pierde el vicio”.
Nota: Espere la historia de la separación de Panamá contada desde Estados Unidos.
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