“Oye!... Que barranquillero hazañoso”
Hoy, traigo este post, como homenaje a la ciudad que me vio crecer, juguetear el día de las velitas con una “bola e’ candela”, bailar una cumbia en “la puya loca”, zapatear “te olvide en los “macheteros”, sentarme en las bancas del Colegio Barranquilla y la Universidad del Atlántico en compañía de mis compadres Alcides Suárez Ortega, Rafa Barceló, Euclides Puello, Oscar González, y el ilustre profesor Jairo Orellano e ir a la playa en el gigante “Nojoda”....
En mis mejores recuerdos de Barranquilla está "El Nojoda”, fue “la chiva más mamonua” (grande) que yo vi en mi niñez , hoy icono de nuestra cultura, era tan grande que al verla pasar inevitablemente la vista recorría desde la defensa delantera hasta la trasera y sorprendidos clamabamos…Noooo...Jooodaaaa!".
Es que en Barranquilla, así como en Macondo y la costa, todo es exagerado o muy pequeño o muy grande; Gabriel García Márquez el Gran Gabo decía de Aureliano Buendía que "se comía medio lechón en el almuerzo y que sus ventosidades llegaban tan lejos que podían marchitar las flores".
Hoy como ayer, vivo eternamente enamorado de Barranquilla, así también le expresó la misma deferencia a la colonial Cartagena de Indias, pero cuando vengo de "curramba" al cruzar la Boquilla y pasar por "Blas el Teso" me embarga la nostalgia currambera.
Hoy como ayer, vivo eternamente enamorado de Barranquilla, así también le expresó la misma deferencia a la colonial Cartagena de Indias, pero cuando vengo de "curramba" al cruzar la Boquilla y pasar por "Blas el Teso" me embarga la nostalgia currambera.
De cierta manera, a mí me sucede lo que al gran músico cartagenero Joe Arroyo. Cuentan que una vez cantando Joe, en el Casino Pierino Gallo en el Laguito, alguien le hizo una pregunta “pringamosera” (comprometedora) como diría Don Chelo de Castro C , en ese entonces existía una vieja rivalidad entre barranquilleros y cartageneros… Pues bien a Joe le preguntaron “A quién quieres más, si a Cartagena o a Barranquilla”; “El Joe respondió: “Es que A Cartagena la quiero como mi mamá y a Barranquilla como mi mujer”.
A nosotros los costeños, los cachacos nos tildan de regionalistas, porque vivimos orgullosos de lo que somos y como somos, tan orgullosos de nuestro mar porque es tan grande como nuestra sonrisa y tan inmenso como nuestra alegría, así es también nuestra franqueza para “decir las vainas” y de la forma de “mamarle gallo a la vida”.
El progreso constante de Barranquilla es el reflejo de sus mejores hijos. El mundo ha estado a los pies del “Guaca guaca” de Shakira, así como Hollywood se deleita de las actuaciones de “la Toti” Sofía Vergara, Los Estados Unidos se asombran de los dos anillos de oro ganados por el bigleaguer “El Niño” Edgar Rentería”; hoy también, Europa se rinde ante el poder goleador de los “cañoneros” Bacca y Muriel y así hace poco Cuba, México, Colombia Venezuela y el Caribe rendían honores eternos por la partida del “Rebolero” Nelson Pinedo “El grandes ligas de la Sonora Matancera” …Y qué decir de la cereza que le faltaba al vaso, la exótica y sensual belleza de nuestra Mis Universo Paulina Vega Dieppa…..Alcides Suárez di algo!
Y...Como olvidar la "Cueva"? La mayor tertulia de la literatura y las artes en el mundo moderno, que orgullosos nos sentimos del “combo” aquel que lo conformaban, El “Gran Gabo”, el Pintor cartagenero Alejandro Obregón, el escritor Álvaro Cepeda Samudio (la Casa grande), Julio Mario Santo Domingo, el escritor y periodista Alfonso Fuenmayor y otros que se me escapan y que conformaron ese mágico grupo. Ah…Y los dejo con la canción más emblemática de la Novia de Barranquilla Esther Forero.