“Vamos todos a cantarle a la paz. Paz no quiero guerra queremos paz”
Estamos en un momento histórico de lograr la paz muy a pesar de sus enemigos, precisamente estos acaban de ser derrotados en la reciente contienda electoral por un candidato poco elocuente pero con un discurso simplista y una fe enorme en la paz del país que gobierna.
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| Fotografia: Freedigitalphotos |
La guerra es un lucrativo negocio cuyo alimento es la muerte, gran parte del pueblo colombiano vive “ciego sordo y mudo” como la canción de Shakira, otra gran mayoría se van “con el amague” aceptando como dogma la propaganda electoral de la ultraderecha guerrerista colombiana y los artículos de prensa de medios amigos del negocio de la muerte.
Ninguna guerra se ha ganado con otra guerra, en la segunda guerra mundial tras el mal llamado triunfo de los aliados Europa quedó destruida, el Plan Marshall se implementó para su reconstrucción. En su lecho de moribundo, Bolívar nos dejó un maravilloso mensaje de paz, tal vez visionando el insano amor por el poder que han tenido los neogranadinos desde los inicios de su vida republicana.
“Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la unión yo bajaré tranquilo al sepulcro”
En el pasado, el representante de la ultraderecha, con un discurso de guerra y con un inocente y engañoso eslogan “ hay que cuidar los huevitos de la seguridad democrática” quiso perpetuarse en el poder tratando de reelegirse por tercera vez consecutiva, para fortuna de la democracia la Corte Constitucional le dio un rotundo “no”. Ahora, postulándose para gobernar en “cuerpo ajeno”, es el propio pueblo quien le acaba de asestar un duro golpe a su ego y a sus ansias de poder, no precisamente votando por Juan Manuel Santos sino al elegir la paz.
La paz, no debería ser una estrategia electoral, ni una reivindicación de partido alguno, la paz debería ser un asunto de estado y además un derecho de los colombianos a vivir en Paz, lanzo mi voz a través de este humilde blog para seguir convocando a que se desarmen los espíritus y que el espíritu Santo nos llene de gozo y paz, esa paz que todo lo trasciende y que no es como el hombre la da.
La paz es posible, si la hizo Irlanda del Norte después de un conflicto de 30 años , el gran Nelson Mandela en Sud África, si lo lograron Nicaragua, El Salvador Guatemala. Si los otrora guerrilleros hoy participan de un establecimiento democrático, cual es la razón para no apostarle a la reconciliación nacional? Salvador Sánchez Cerin un ex comandante del Farabundo Marti es hoy presidente del Salvador, si José Mujica un ex integrante del movimiento guerrillero Tupamaru es hoy el presidente de la República oriental del Uruguay, Por que no en Colombia? Que nos impide, la ignorancia? La intolerancia y la cultura de la muerte que ha penetrado todo?
Hermanos colombianos, hagámosle con fe de carbonero, esa fe de Juan Manuel Santos expresada el día de su triunfo porque quizás sea la última apuesta a la paz. Mientras tanto en esta madrugada, recorriendo las orillas de la Ciénaga de Gámbote, observando a los curtidos pescadores como lanzan sus atarrayas que en acrobático volar rasgan la bruma del amanecer, me acuerdo de una vieja y sabrosa salsa de la orquesta Flamboyan…
Por qué duermen cuando deben estar de pie?,
¡Despierten!, el mundo les ofrece tantas maravillas
“Porque pelear porque discutir con tu prójimo
No sabes tú que ese mismo te puede ayudar
Vamos todos a cantarle a la paz.
Paz no quiero guerra queremos paz
Oye hermano porque usted duerme
Cuando debe estar de pie…
…Paz no quiero guerra queremos paz”…
